Quiero morir, para empezar a vivir.
Quiero sentir, aunque sea dolor.
Fusionarme en tu sombra mi amor,
y no dejarte escapar.
Destruir, para poder construir.
Llevar luz, hasta tu oscuridad.
Y arrancarme la piel de un tirón,
para que veas quién soy.
Mi parte intensa está tomando el control.
La lava sube, soy tu obsesión.
La noche oscura se apodera del Sol.
Es el principio del fin.
Resiliencia, si no te mata te alimenta.
Resiliencia, si no me mata me alimenta.
Quiero pedir, para poder exigir.
Quiero dar, para tener el poder.
Y echarte la culpa mi amor,
para no ver dónde estoy.
Quiero soltar, lo que ya no va más.
Quiero integrar, toda mi oscuridad.
Y mostrar lo quise tapar,
por miedo al dolor.
Es por tu bien que me necesitas.
Me pongo mala y voy a llorar.
La noche oscura se apodera del Sol.
Es el principio del fin.
Resiliencia, si no te mata te alimenta.
Resiliencia, si no me mata, me alimenta.
Plutón, regente de Escorpio es el gran transmutador que te conduce a su reino para encontrar tu propia sombra. Si te atreves a asimilarla, te vuelves poderoso, si la niegas tratando de huir de ella, agonizarás sin saber vivir en la permanente impermanencia, el secreto de los sabios. Plutón o Hades en mitología, dios del inframundo, te invita a hacer de la destrucción un proceso de extremo esplendor. No es vulgar destrucción, es la destrucción que hace posible el pasaje a la creación. Todo lo que en tu vida cumplió su ciclo, debe morir para dar paso a la vida nuevamente. Plutón te seduce hasta el fondo de los infiernos, para encontrar tus riquezas, materia prima de toda creación. Te propone ver belleza donde nadie más la ve. Si dejas de retener y te entregas a la transformación, podrás vivir la intensidad del momento efímero. No tengas miedo, la vida y la muerte revelan su poder creativo a cada instante. Plutón te invita a dejar morir una parte de vos, para poder así, una vez más empezar a vivir.