Pídele a la luna,
un refugio en la oscuridad.
Pídele a la luna,
un lugar para ir a jugar.
Adormecida,
te guia a tu hogar para cuidar.
Cuenta mil cuentos,
para sembrar y recordar
Cuando te sientas sin protección,
Ella te abraza en tu imaginación.
Pídele a la luna,
un mandala para circular.
Pídele a la luna,
un matecito para compartir.
Un aquelarre,
lleno de magia para cantar.
Sabiduría,
de la raíz que late en tu ser.
Cuando te sientas con ganas de llorar,
busca un momento para habitar.
No existen heridas que no puedan sanar,
es el recuerdo que te hace mejorar.
Pídele a la luna,
un talento para reflejar.
Pídele a la luna,
un ritual para amar y crecer.
Pero cuando llega la hora de dormir,
ella hará de tu almohada un altar.
La Luna, regente del signo de Cáncer. Los Cangrejos del Zodiaco, con sus corazas y tenazas fuertes protegen lo que late en su interior. Viven entre el agua y la tierra, son el puente entre las emociones y la vida, y con su magia dan a luz las imágenes del reino océanico del inconsciente.
La Luna te invita a caer dentro tuyo, cada vez más hondo, donde puedas por fin, reflejar la totalidad de la luz. En la noche más profunda y oscura, te invita a llevar luz al pasado, a la niñez, a sanar todo lo que te da miedo. Que ese lugar de origen, es donde podes gestar todos tus sueños. Animate a encontrar la fortaleza de tu vulnerabilidad. Aprende de ella, que todos los meses se vacía para volver a llenarse. Nunca olvides de dónde venís, porque quien no conoce su historia está condenado a repetirla.